«¿Por qué EE.UU. demanda que China no provea armas a Rusia cuando ellos venden armamento a Taiwán?»: el inusual reproche de Pekín a Washington
En su primera conferencia como ministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang advirtió sobre un potencial conflicto con Estados Unidos.
Las relaciones entre China y Estados Unidos «se han desviado gravemente», declaró el ministro de Relaciones Exteriores chino y advirtió sobre un posible conflicto.
«La contención y la represión (de China) no harán a Estados Unidos grande, dijo Qin Gang y añadió que esta estrategia de Washington «no detendrá el rejuvenecimiento de China».
Qin, quien fue embajador de Pekín en Washington, hizo esas declaraciones el martes en su primera conferencia de prensa como ministro de Relaciones Exteriores.
La saga del globo espía ha aumentado las tensiones entre las superpotencias a pesar de los esfuerzos recientes para mejorar las relaciones.
«[Estados Unidos] considera a China como su principal rival y como el desafío geopolítico más importante. Esto es como si se hubiera abrochado mal el primer botón de la camisa», declaró Qin.
Crecientes diferencias
El ministro estaba respondiendo a la pregunta de si aún es posible una relación saludable entre China y Estados Unidos a medida queaumentan las diferencias entre ambos países.
Indicó que Estados Unidos pide establecer «barandales», pero lo que realmente quiere es que China no devuelva el golpe con palabras o acciones cuando se le provoca.
Se refería a los comentarios del presidente de EE.UU., Joe Biden, el mes pasado, de que su país «competiría plenamente con China pero no está buscando un conflicto».
Qin declaró: «Si EE.UU. no pone un freno y continúa rugiendo por el camino equivocado, ninguna cantidad de barandales puede detener el descarrilamiento y el vuelco, y estará destinado a caer en el conflicto y la confrontación. ¿Quién soportará sus desastrosas consecuencias?».
También indicó que la crisis diplomática provocada por el incidente del globo podría haberse evitado, pero Estados Unidos actuó con «la presunción de culpabilidad».
Previamente Washington describió el asunto del presunto globo espía como una «clara violación de la soberanía estadounidense».
Pekín admitió que el objeto les pertenecía, pero dijo que era una aeronave civil que se desvió de su curso.
Las relaciones entre los dos países se deterioraron durante la administración del expresidente estadounidense Donald Trump, quien lanzó una guerra comercial contra China en 2018.
Las dos superpotencias continúan enfrentándose en varios temas, incluido Taiwán, la militarización del Mar de China Meridional por parte de China y los orígenes del virus de covid.
Los comentarios de Qin surgen después de la reprimenda inusualmente directa del presidente chino, Xi Jinping, a Estados Unidos el lunes.
Xi dijo que «los países occidentales liderados por EE.UU. habían implementado medidas de contención, cercamiento y represión totales» contra China y que esto trajo «severos desafíos» al país.
Una «mano invisible»
Durante su conferencia de prensa, Qin instó a EE.UU. a «no interferir en los asuntos internos de China» y cuestionó las diferentes respuestas de Washington a los asuntos de Ucrania y Taiwán.
«¿Por qué Estados Unidos habla de respetar la soberanía y la integridad territorial en el tema de Ucrania, pero no respeta la soberanía y la integridad territorial de China en el tema de Taiwán?», preguntó Qin.
«¿Por qué Estados Unidos exige que China se abstenga de suministrar armas a Rusia mientras le sigue vendiendo armas a Taiwán?», agregó.
Qin reiteró que China no ha proporcionado armas a ninguno de los lados de la guerra en Ucrania.
Dijo que una «mano invisible» estaba impulsando la crisis ucraniana, pero no nombró a ningún país o individuo.
Y pidió que se reanuden las conversaciones de paz.
La crisis de Ucrania ha llegado a una «coyuntura crítica», indicó el funcionario.
«O un alto el fuego detiene la guerra, restaura la paz e impulsa un acuerdo político, o se avivará el fuego, se expandirá la crisis y se arrastrará al abismo de perder el control», añadió.
Qin, de 56 años, fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores de China en diciembre de 2022 y es uno de los funcionarios más jóvenes que ocupan el cargo en la historia del país.
Reemplazó a Wang Yi, quien fue ascendido al politburó del gobernante Partido Comunista en octubre de ese año.
Qin, un asesor de confianza del presidente Xi Jinping, es bien conocido como un diplomático que habla con dureza.